El aborto sigue penalizado en Honduras

El pasado 29 de junio, el pleno del Congreso Nacional de Honduras, aprobó un nuevo Código Penal. Desde hace 33 años que el país se regía bajo un Código Penal descontextualizado a la realidad actual; sin embargo, dicho Código ha sido altamente señalado por las organizaciones populares y sociales del país, al poner en peligro los derechos humanos, especialmente vulnerando los derechos fundamentales de defensores sociales y las mujeres y niñas.

En este código penal, al igual que en el anterior, se sostiene la penalización completa del aborto, esto a pesar de que desde el 2016, cuando se comenzó la discusión en esta instancia legislativa diversas organizaciones de mujeres y feminista lanzaron sus alarmas y solicitaron mediante varias vías que se escucharan sus exigencias. Sin embargo, el pleno hizo caso omiso a las múltiples demandas y no tomó en consideración la realidad tenebrosa que atraviesan las mujeres y niñas en el país en torno a la vulneración del derecho a decidir.

La plataforma Somos Muchas, integrada por organizaciones de mujeres y feministas de todo el país desde el 2017 emprendió una lucha a favor del aborto por la salud y la vida de las mujeres; realizó diversas campañas, diálogos, investigaciones y aproximaciones con los y las tomadores de decisión desde un sustento científico para exigir la despenalización del aborto bajo las tres causales universales, que son: cuando el embarazo es resultado de una violación sexual, cuando el desarrollo del embarazo pone en riesgo la vida de la madre y cuando existe incompatibilidad con la vida extrauterina, es decir, al termino el embarazo, cuando el producto genético se convierta en feto, y al nacer se convierta en neonato, este no podrá vivir.

En este contexto social en el que viven las mujeres, donde no existe acceso a la educación sexual integral, donde los sistemas de salud públicos están colapsados y los protocolos de atención a víctimas de agresiones sexuales no incluyen la píldora anticonceptiva de emergencia (PAE), prohibida desde el 2009, aun teniendo en el país índices altos de agresión sexual y de partos infantiles, mantener esta decisión es condenar a las mujeres y niñas a la desprotección Estatal, a mayor vulnerabilidad y condiciones de tortura.

Recordamos que acceder a servicios de salud sexual y reproductiva de calidad e integral es un derecho humano, negar la PAE, el aborto y la Educación Sexual Integral (ESI)  es una clara violación a nuestros derechos y tratados internacionales a los que Honduras se ha suscrito.

1 de julio de 2020